Después de muchos años de que las aguas fecales fueran vertidas al arroyo de la Marcuera cruzaran el pueblo sin control, la aprobación del P.O.M. en 2004 supuso una esperanza de solución.
Los agentes urbanizadores tenían la obligación de construir una depuradora, al igual que accesos, abastecimiento de agua etc.
Pero casualidades de la vida, poco después, la Junta de Comunidades aprobó un proyecto para dotar de depuradora a todos los pueblos de la zona que carecían de ella. El problema es que era una depuradora para 2.000 habitantes, ampliable a 4.000 y el P.O.M. preveía un crecimiento de hasta 12.000 habitantes.
El Ayuntamiento dio por bueno el proyecto y los promotores estaban encantados ¡Les salía gratis!. Por eso y a pesar de nuestras protestas, el proyecto se aprobó, aunque el inicio de las obras se demoró bastante.
Hace un año y cuando parecía que estaba a punto de funcionar, la obra se paró. Los saqueadores entraron en acción y tardaron poco en desmantelar la instalación, que ahora es otro esqueleto más de los muchos que colecciona nuestro Alcalde.
¡Menos mal que él no vive aquí!
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